¿Por qué todo puede cambiar de un día para otro? ¿Por qué la vida se mide en años pero consiste en instantes? ¿Por qué una relación que no tenía cimientos en unos minutos es ya una red compleja de emociones? ¿Por qué algo que parecía duradero termina en cuestión de segundos? ¿Por qué esos hermosos golpes que nos da la vida desestabiliza a la persona más estable? ¿Por qué mientras unos mueren otros apenas comienzan a trazar su historia?
Normalmente el 8 de noviembre de cada año, de la nada todos se acuerdan de mí: comentan mi muro en Facebook, me marcan para saber cómo estoy y que ojalá la pase de maravilla, mandan mensajes de texto con palabras de “sincero” cariño. También es común verlo cada 25 y 31 de diciembre, todos y cada uno de mis conocidos de pronto son los amigos más leales que jamás tuve; realmente se agradecen esos detalles pero para qué esperar tanto tiempo en decirle a otra persona “te quiero”.
Y es que así es la vida, se mide en años, décadas, siglos, milenios… Pero todo se vive en instantes. Ese breve momento en que John Lennon decide componer “Imagine”, el momento en el que una canción te conmueve al punto de las lágrimas, ese momento en el que García Márquez se inspira para escribir “100 años de soledad”, el momento en el una madre conoce (después de nueve meses de espera), a su hijo, el casi imperceptible momento en el que Steve Jobs imagina el primer iPod, el momento en que un extraño se vuelve tu amigo, el instante en que Hitler decide acabar con su vida, el momento en el que un beso dura una eternidad, el instante que dura una sonrisa, ese pequeño instante en el acabas de leer una obra maestra de tu autor favorito… Un te amo, un te quiero, un eres alguien especial en mi vida sólo dura un instante. La muerte es tan sólo eso, un instante.
La vida es un instante que, dependiendo de cómo decidamos vivirla, nos puede durar un momento o una eternidad. “Algunos no vienen preparados para la vida” Clara Acevedo pero, ¿no crees que es muy divertido ir aprendiendo en el camino? Nadie nos puede decir cómo vivir la vida, eso es lo hermoso, divertido y riesgoso de ésta.
¿Cómo vivo mi vida? Aprovechando todas las oportunidades que me ofrece, bailo y canto como si nadie estuviera presente, trato de perdonar lo más rápido posible, no guardo ningún sentimiento, abrazo a las personas que quiero, me dejo invadir por cada nota musical que escucho, escribo con toda la pasión imaginable, cuido a la gente que amo, me trago el orgullo y pido perdón cuando es necesario, leo como si yo fuera uno de los personajes de la historia, río mucho y lloro lo necesario.
Así es la vida, un instante en el que lo único seguro que tenemos es encontrarnos de frente con el instante final, la muerte. Por eso siempre, hasta el dolor, hay que disfrutarlo; de los errores se aprende, de las caídas se levanta, cualquier pérdida se supera… A lo único que venimos a este mundo es a encontrar la felicidad y, déjame decirte que, tenemos todo para conseguirlo.
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